Introducción al número especial de Romanitas

Hoy en día muchos idiomas están en peligro de desvanecerse de la tierra (Nettle, 2000). Debido al creciente poder de un número reducido de idiomas hablados por unas poblaciones hegemónicas con prestigio social o control de recursos económicos, las “lenguas menores” se están perdiendo rápidamente. Wurm (2001) considera que casi la mitad de los más de 6,000 idiomas existentes está condenada a perecer en el futuro predecible, y provee una lista exhaustiva de los idiomas en peligro de extinción en su Atlas of the World's Languages in Danger of Disappearing. Crystal (2000) es aún menos optimista respecto a los probables resultados de la competencia, el desplazamiento y la pérdida de idiomas, estimando que solamente sobrevivirán unos 600 idiomas.

La muerte de un idioma desconecta a los hablantes de su herencia cultural y los lleva hacia la pérdida de la identidad comunitaria. Skutnabb-Kangas (2000) ve el proceso como una forma de genocidio lingüístico o cultural con unas implicaciones extensas para los derechos humanos. La cultura dominante también sufre al negarle la diversidad que es el fundamento de la creatividad cultural, la sabiduría y el cambio entre los seres humanos (Dalby, 2003; Harrison, 2007). Igual que la pérdida de la biodiversidad (que frecuentemente la precede), la pérdida de la diversidad lingüística tiene consecuencias serias para el futuro de la humanidad, ya que significa la obliteración de siglos de tradiciones orales y los conocimientos culturales que contienen "(vea el portal de Terralingua y Maffi 2005 para más detalles)".

Afortunadamente, los lingüistas, antropólogos, sociólogos, folcloristas, líderes indígenas y otros se están enfrentando al reto y están fomentando proyectos para revertir la decadencia lingüística (Hinton & Hale, 2001). Existen proyectos alrededor del mundo dedicados a levantar la conciencia lingüística en las comunidades de habla amenazadas, documentar los idiomas que están a punto de desaparecer, facilitar la readquisición y el reavivamiento y apoyar los esfuerzos locales para establecer programas bilingües, programas de alfabetización y otras formas de rescate de idiomas. La UNESCO ha documentado numerosos casos en su Registro de Buenas Prácticas de Preservación de Idiomas en línea, un proyecto dirigido a: “identificar, documentar y diseminar las prácticas pasadas y actuales que han sido exitosas para salvaguardar los idiomas y las comunidades de habla” (vea los detalles en este enlace. Se espera poder utilizar este registro para proveer un banco de técnicas y soluciones innovadoras para individuos y organizaciones que están intentando lograr “una preservación sostenible de idiomas.”

Este número especial de Romanitas fue concebido con el mismo propósito, aun cuando se circunscribe al mundo de las lenguas romances debido al enfoque de la revista. Es una colección de diez artículos que informan acerca de las lenguas en peligro de extinción o muerte y de los proyectos de conservación o resucitación de idiomas en comunidades de habla donde una lengua romance es un factor. El idioma en peligro puede ser una variedad romance, una lengua indígena o una lengua extranjera que se encuentra amenazada por un idioma romance dominante. Los artículos se presentan según la comunidad de habla que discuten, en orden geográfico desde el norte hasta el sur, comenzando con Francia y la Comunidad Europea, siguiendo con España, México, Honduras, Aruba, Curaçao, Venezuela y Brasil y terminando con Chile. Se acercan a sus respectivas comunidades de habla por vía de metodologías provenientes de la lingüística histórica, las ciencias sociales y políticas, la etnolingüística, la sociolingüística y la lingüística aplicada. Con la excepción de un artículo que examina el desplazamiento del leonés por el castellano durante el siglo XIII, todos se dirigen a idiomas que luchan actualmente para mantenerse frente a obstáculos poderosos.

El primer artículo, el de Romain Colonna, titulado “Pour l’autonomie des espaces langagiers en contexte plurilingue comme garantie de la promotion et relance des langues,” intenta definir y analizar los espacios donde se utilizan los idiomas amenazados y las posibilidades que existen para rescatarlos y conservarlos para asegurar su supervivencia. Colonna, investigador en la Universidad de Córcega, examina los aspectos políticos y sociales del rescate de idiomas minoritarios dentro de espacios multilingües (mayormente europeos). Concluye que el multilingüismo simultáneamente sirve y va en contra de los intereses de los idiomas minoritarios, dependiendo de las variables políticas y sociales bajo consideración. Aboga por la conservación de espacios monolingües autónomos para aquellos idiomas oprimidos.

Vicente Marcet Rodríguez, de la Universidad de Salamanca en España, traza en detalle el proceso histórico de castellanización del idioma del antiguo reino de León en su artículo titulado: “Cronología aproximada de la castellanización del dominio románico leonés.” Utilizando más de 700 textos medievales provenientes de tres colecciones que representan los dialectos del oriente, del centro y del occidente de la región, Marcet Rodríguez analiza el reemplazo progresivo de ocho variables fonológicas y grafémicas del leonés por elementos castellanos durante el siglo XIII, cuando Castilla estableció su supremacía en la península ibérica y promovió el castellano como forma de facilitar el ejercicio de sus poderes. Este proceso respondió a factores políticos, geográficos y económicos concretos que dejaron a los demás idiomas de España en la posición de ser “dialectos” con poco alcance. La desaparición de los rasgos característicos del leonés no sucedió ni rápidamente ni de forma homogénea. Durante el último tercio del siglo XIII, el oriente de León estaba bastante castellanizado; sin embargo, las zonas centrales y occidentales del reino tardaron unas cuantas décadas en completar el desplazamiento hacia el castellano. Este caso histórico demuestra lo que podría suceder con algunas variedades lingüísticas hoy en peligro, aun cuando el desplazamiento sucedería con más velocidad debido a los avances tecnológicos que circulan los cambios lingüísticos más eficientemente que lo hicieron los escribas antiguos.

En el tercer artículo, titulado “El léxico disponible del catalán de Valencia: Hacia la necesaria planificación lingüística de una lengua minoritaria,” Mª Begoña Gómez Devís y Francesc Llopis Rodrigo, de la Universidad de Valencia en España, utilizan la metodología léxica ingeniada por Humberto López Morales en Puerto Rico para presentar datos importantes respecto al contacto entre el catalán y el castellano en Valencia. Su muestra consiste en 464 estudiantes valencianos entre las edades de 6 y 17 años, productos de colegios bilingües (castellano/catalán), que se distribuyen en tres grupos: bilingües dominantes en castellano, bilingües balanceados y bilingües dominantes en catalán. Los objetivos de la investigación son de determinar la naturaleza del repertorio léxico de los estudiantes y de clasificar los tipos de contacto lingüístico descubiertos en los repertorios. La meta global es de fortalecer las iniciativas de la planificación lingüística que no han logrado, a pesar de considerables esfuerzos y buenas intenciones, detener el empobrecimiento léxico en el catalán de estos jóvenes. Este acercamiento se podría aplicar fácilmente a muchas otras comunidades de habla que están pasando por el proceso de desplazamiento lingüístico.

Martha Mendoza, de Florida Atlantic University, en su artículo, “The Effects of the Linguistic Contact Between P’urhepecha and Spanish and the Efforts to Revitalize an Endangered Mesoamerican Language,” describe la historia y el estatus actual del P’urhepecha, una lengua indígena compleja y aislada que se habla mayormente en el estado de Michoacán, en la parte occidental de México. P’urhepecha ha estado en contacto con el español desde el siglo XVI, y ha habido una influencia léxica mutua entre los dos idiomas. Sin embargo, el número de hablantes y el territorio donde se habla el P’urhepecha son muy reducidos. La lengua existe como la variedad “baja” en la relación disglósica con el español, y la meta de los programas bilingües locales es la transición al español. Mendoza está involucrada actualmente en la creación de materiales pedagógicos y la redacción de un diccionario bilingüe cuyo propósito es revitalizar la lengua frente al creciente bilingüismo no-recíproco y el desplazamiento hacia el español.

Santiago Ruiz, etnógrafo hondureño, actualmente en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, cuestiona las teorías occidentales acerca del desplazamiento de idiomas en su ensayo “Language transmission in a Garifuna community: Challenging current notions about language death.” En Honduras, aun cuando los adultos garífunas utilizan entre ellos su lengua materna, emplean una estrategia deliberada de criar a sus hijos en español para protegerlos de la humillación en las escuelas donde se enseña exclusivamente en español. Entonces, durante la adolescencia, para convertirles en miembros en pleno de la comunidad garífuna, apoyan a los jóvenes en su desarrollo de destrezas autóctonas garífunas. Estudiosos como Joshua Fishman han pretendido que la transmisión vertical de la lengua materna sea necesaria para evitar o revertir el desplazamiento lingüístico y la pérdida eventual del idioma. En contraste, Ruiz aboga por un concepto más amplio del mantenimiento del idioma que incluye la transmisión vertical, horizontal y diagonal dentro de las familias grandes y extendidas. Además, señala que hay un grupo creciente de garífunas bien preparados quienes son activistas en pro de programas bilingües que respetan el idioma y la cultura garífunas, y éstos podrían crear las condiciones bajo las cuales la estrategia actual de defensa lingüística se volvería innecesaria.

El sexto trabajo, redactado por Kevin Carroll, se titula “Examining perceptions of threat: Does an influx of Spanish speakers pose a threat to Aruban Papiamento?” Discute el desarrollo histórico de la lengua criolla conocida como papiamento en Aruba y los efectos de su contacto con el español. Carroll, profesor de inglés en la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez, utiliza un acercamiento cualitativo de estudio de casos para examinar la historia de la política lingüística y la planificación lingüística en Aruba. Su trabajo descansa en datos de archivos y entrevistas con figuras importantes del movimiento para mantener y promover al papiamento. Subraya el papel vital que ha jugado la inmigración en la formación lingüística de la población multilingüe de la isla y el impacto poderoso que ha tenido sobre el nacionalismo arubeño. Además señala que cada nueva onda de inmigrantes ha estimulado una reconsideración de lo que significa ser arubeño. El reciente influjo de hablantes de español ha tenido el efecto saludable de elevar el nivel de conciencia lingüística mientras que los arubeños apoyan al papiamento como marcador de su identidad como grupo y también ha tenido el efecto negativo de estimular un retórica anti-español y de nutrir un miedo equivocado de que el español reemplazará al papiamento.

Víctor Vázquez, graduado del programa doctoral en Lenguas y Literatura del Caribe Anglófono del Departamento de Inglés de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, toma una postura optimista respecto al futuro del papiamento en Curaçao en su artículo titulado “Papiamentu: A ray of hope among the creoles of the world.” Vázquez resume el ciclo vital de este idioma criollo para revelar cómo surgió de la confluencia del portugués, el holandés, el español y varios idiomas africanos durante el período colonial. También expone cómo logró escapar la muerte debido a factores sociohistóricos en su favor y a muchos proyectos comunitarios e institucionales que han conservado el idioma y fortalecido su papel en la sociedad de Curaçao. Propone que se preste más atención a la trayectoria histórica del papiamento para poder utilizar el idioma como modelo para otros idiomas criollos que están luchando por definirse y mantenerse en una sociedad moderna.

JoAnne Ferreira, catedrática de la Universidad de las Antillas Occidentales en St. Augustine en Trinidad, documenta una rama poco conocida del criollo francés de las Antillas menores que llegó a Paria, Venezuela, desde Trinidad. Su artículo titulado “La historia y el futuro del patuá en Paria” informa que el patuá tiene menos de 100 hablantes, casi todos ancianos venezolanos que prefieren el español. Sin embargo, hay un reciente reavivamiento de interés de parte de los descendientes y los investigadores por preservarlo como idioma ancestral para ser enseñado en algunas escuelas. Serviría luego una función folclórica, marcando la identidad afro-caribeña de la misma forma que sucede con la música calypso, el cricket y ciertas comidas en Venezuela. Ferreira describe en detalle tres encuentros grandes (en 2005, 2008 y 2009) de historiadores, antropólogos, lingüistas, estudiosos de la cultura, músicos, cuentistas, hablantes nativos y sus descendientes y los estudiantes del patuá para celebrar el idioma en talleres y presentaciones musicales y para obtener la participación comunitaria en un censo y en el establecimiento de una ortografía estandarizada para el idioma. Su epílogo provee información respecto a cambios recientes de política escolar que favorecen la enseñanza del patuá y ofrecen esperanza para el futuro.

En la novena contribución al volumen, Peter Petrucci, de Massey University en Nueva Zelandia, y Katsuyuki Miyahira, de la Universidad de Ryukyus en Okinawa, Japón, abordan el tema del mantenimiento del idioma de Okinawa en Brasil. Su artículo titulado “Language preservation in a transnational context: One Okinawan community’s efforts to maintain Uchinaguchi in Sao Paolo, Brazil” nos da una vista panorámica e histórica de la situación de un idioma que no es mutuamente inteligible con el japonés y está en peligro de desaparecer en Japón, pero se sigue hablando en comunidades diaspóricas en Brasil, Perú, Bolivia y Argentina, a pesar del considerable prejuicio histórico hacia sus hablantes. El informe se basa en documentos y entrevistas de cara-a-cara o a través de telefonía Internet (Skype) con miembros de la comunidad uchinaguchu de Sao Paolo, que han establecido clases para ayudar a revivir y preservar su variedad lingüística por vía de podcasts, CDs y DVDs. Tales esfuerzos en pro de la preservación de lenguas ancestrales son el objeto de escrutinio minucioso por los planificadores de idiomas en Okinawa y Hawái, ya que proyectos de beneficio mutuo se podrían desarrollar en términos de reclutamiento y entrenamiento de maestros, estandarización ortográfica y desarrollo de materiales. Se están creando nuevas identidades transnacionales por medio del uso limitado pero simbólico del idioma en rituales y en presentaciones artísticas. Los autores contextualizan los esfuerzos de los okinawaneses comparándolos a esfuerzos similares entre los rotumanes de Australia y los garífunas de Centro América.

El décimo y último artículo del volumen, “Mongeley kam mongelelay chi mapudungun waria mew? Vitalidad y representación social del Mapudungún en Santiago de Chile,” escrito por un equipo de investigación dirigido por Cristián Lagos, de la Universidad de Chile, examina la situación de un idioma indígena después que sus hablantes se establecen en un centro urbano. El idioma mapuche está en decadencia general en todas las esferas sociales chilenas (tanto en términos de números de hablantes como en grado de fluidez). No obstante, esta tendencia es más pronunciada en Santiago, donde los mapuches (literalmente “gente de la tierra”) no tienen tierras y forman parte de una fuerza laboral heterogénea que utiliza el español. Lagos y su equipo utilizan medidas cualitativas y cuantitativas para crear un perfil etnolingüístico de la vitalidad lingüística y la competencia lingüística de los mapuches, acompañado de las representaciones sociales que han construido para su idioma en su nuevo entorno. Arguyen con éxito que los mapuches han creado una nueva modalidad de “ser mapuche” en la capital, donde el idioma llena funciones mayormente simbólicas como marcador de identidad. También señalan que los esfuerzos contradictorios de los lingüistas para llegar a un sistema ortográfico para el idioma parecen haber sido en vano, dado que el problema real no es la escritura, sino la falta de conocimientos básicos de las estructuras lingüísticas y la ausencia de espacios sociales legítimos en donde utilizar el idioma.

Los diez artículos que presentamos a nuestros lectores son bastante heterogéneos en sus metodologías y sus alcances. Sin embargo, comparten una preocupación general con el destino de los idiomas minoritarios. Es nuestro deseo que despierten el interés en este asunto tan apremiante y que estimulen la acción concreta para que por lo menos algunos de estos idiomas reciban el apoyo que tanto merecen.

Introduction to special issue of Romanitas

Today many languages are in danger of vanishing from the face of the earth (Nettle, 2000). Due to the increasing power of a small number of languages spoken by large, hegemonic populations with social prestige or control of economic resources, “smaller” languages are being lost at a rapid rate. Wurm (2001) considers that nearly half of the more than 6,000 existing languages of the world are condemned to perish in the foreseeable future, and he provides a comprehensive list of the endangered languages in his Atlas of the World's Languages in Danger of Disappearing. Crystal (2000) is even less sanguine about the likely outcomes of language competition, shift, and loss, estimating that only some 600 languages will survive.

Language death detaches people from their cultural heritage and leads to loss of community identity. Skutnabb-Kangas (2000) sees the process as a form of linguistic or cultural genocide with far-reaching implications for human rights. The dominant culture is also deprived of the diversity that is the foundation of human cultural creativity, knowledge, and change (Dalby, 2003; Harrison, 2007). Like the loss of biodiversity (which frequently precedes it), the loss of linguistic diversity has very serious consequences for the future of humankind, since it means the obliteration of centuries of oral traditions and the cultural knowledge they contain "(see Terralingua at Terralingua and Maffi 2005 for more details)".

Fortunately, linguists, anthropologists, sociologists, folklorists, indigenous leaders, and others are rising to the challenge and fomenting projects to reverse language decline (Hinton & Hale, 2001). There are projects all around the world dedicated to raising language awareness in endangered speech communities, documenting languages that are on the verge of disappearing, facilitating language reacquisition and revival, and supporting local efforts to establish bilingual programs, literacy programs, and other forms of language rescue. UNESCO has documented numerous cases in its online Register of Good Practices in Language Preservation, a project whose objective is to “identify, document and disseminate past and current practices that have proven to be successful in safeguarding languages and language communities” (see details at: www.unesco.org. The hope is to use this register to provide a bank of innovative problem-solving techniques and solutions for individuals and organizations attempting “sustainable language preservation”.

This special issue of Romanitas was conceived of in the same vein, although circumscribed to the Romance world because of the specific scope of the journal. It is a collection of ten articles reporting on language endangerment or death and on preservation or revival projects in speech communities where a Romance language is a factor. The language that is in danger may be a Romance variety, an indigenous language, or an immigrant language that is threatened by a dominant Romance language. The articles are arranged by the speech community they discuss, in geographic order from north to south, starting with France and the European Community, continuing through Spain, Mexico, Honduras, Aruba, Curaçao, Venezuela, Brazil, and ending with Chile. They approach their speech communities of interest via historical linguistic, sociopolitical, ethnolinguistic, sociolinguistic, and applied linguistic methodologies. With the exception of one article which deals with the historic displacement of Leonés by Castilian in the 13th century, they all address languages that are currently struggling to maintain themselves in the face of powerful odds. .

The first article, that of Romain Colonna, is titled “Pour l’autonomie des espaces langagiers en contexte plurilingue comme garantie de la promotion et relance des langues.” It attempts to define and analyze the spaces in which threatened languages may be utilized and the possibilities for rescuing and preserving them to assure their survival. Colonna, a researcher at the University of Corsica, examines both political and social aspects of the rescue of minority languages within multilingual spaces (primarily European). He concludes that multilingualism both serves and runs contrary to the interests of minority languages, depending on the political and social variables considered. He advocates the conservation of autonomous monolingual spaces for such dominated languages.

Vicente Marcet Rodríguez of the University of Jaén in Spain traces in detail the historical process of Castilianization of the language of the ancient kingdom of León in his article titled “Cronología aproximada de la castellanización del dominio románico leonés.” Utilizing more than 700 medieval texts drawn from three collections representing the eastern, central, and western dialects of the region, Marcet Rodríguez analyzes the progressive replacement of eight phonological and graphemic variables of Leonés by Castilian elements during the 13th century, when Castile established its supremacy on the Iberian peninsula and promoted Castilian as a means of facilitating the exercise of its powers. This process responded to concrete political, geographic, and economic factors that left the other languages of Spain in the position of being “dialects” with very limited outreach. The disappearance of characteristically Leonés features did not take place rapidly or homogenously. By the last third of the 13th century, the eastern part of León was quite Castilianized; however, the central and western parts of the kingdom took a few more decades to complete the shift. This historical case demonstrates what can happen to some endangered language varieties today, although more quickly, given technological advances that circulate language changes more efficiently than the ancient scribes did.

In the third article, titled “El léxico disponible del catalán de Valencia: Hacia la necesaria planificación lingüística de una lengua minoritaria,” María Begoña Gómez Devís and Francesc Llopis Rodrigo of the University of Valencia in Spain utilize the lexical methodology pioneered by Humberto López Morales in Puerto Rico to present important data regarding the contact between Catalán and Spanish in Valencia. Their sample consists of 464 Valencian students aged 6-17, products of bilingual Spanish/Catalán schools, who fall into three groups: Spanish-dominant bilinguals, balanced bilinguals, and Catalán-dominant bilinguals. The objectives of the study are to determine the nature of the lexical repertoire of the students as well as to classify the types of language contact phenomena discovered in these repertoires. The overarching goal is to strengthen language planning initiatives that have not succeeded, despite considerable effort and good intentions, in detaining lexical impoverishment in the Catalán of these students. This approach could easily be applied to many other speech communities in the process of language shift.

Martha Mendoza, of Florida Atlantic University, in her article, “The Effects of the Linguistic Contact between P’urhepecha and Spanish and the Efforts to Revitalize an Endangered Mesoamerican Language,” describes the history and present status of P’urhepecha, a complex indigenous language isolate spoken primarily in the state of Michoacán in central-western Mexico. P’urhepecha has been in contact with Spanish since the 16th century, and there has been mutual lexical influence between the two languages. However, the number of speakers and the territory in which P’urhepecha is spoken are sadly reduced. The language exists as the low variety in a diglossic relationship with Spanish, and the goal of local bilingual educational programs is transition to Spanish. Mendoza is currently involved in the creation of pedagogical materials and a bilingual dictionary aimed at revitalizing the language in the face of ever-increasing non-reciprocal bilingualism and shift toward Spanish dominance.

Santiago Ruiz, an ethnographer currently at the University of Puerto Rico in Río Piedras, questions Western theories of language shift in “Language transmission in a Garifuna community: Challenging current notions about language death.” In Honduras, while Garifuna adults utilize their native language among themselves, they employ a conscious strategy of rearing their children in Spanish to protect them from humiliation in Spanish-medium schools. Then in adolescence, the youngsters are encouraged to develop their Garifuna skills to become fully-functioning members of the adult community. Scholars like Joshua Fishman have claimed that vertical transmission of the native language is necessary to ward off or reverse language shift and eventual loss. However, Ruiz argues for an enlarged conception of language maintenance which includes vertical, horizontal, and diagonal transmission within large extended families. He also points to the rising group of well-educated Garifunas who are activists for bilingual programs that respect Garifuna language and culture and may create the conditions under which the current language defense strategy may be rendered unnecessary.

The sixth article, by Kevin Carroll, is titled “Examining perceptions of threat: Does an influx of Spanish speakers pose a threat to Aruban Papiamento?” It discusses the historical development of the creole known as Papiamento in Aruba and the effects of its contact with Spanish. Carroll, professor of English at the University of Puerto Rico in Mayagüez, utilizes a case study approach to the historical examination of Aruban language policy and planning, utilizing archival data and interviews with important figures in the movement to maintain and promote Papiamento. He stresses the vital role that immigration has played in the linguistic formation of the multilingual island population and the powerful impact it has had upon Aruban nationalism. He also makes the important point that every new wave of immigration has stimulated a reconsideration of what it means to be Aruban. The recent influx of Spanish speakers has had the salutary effect of raising linguistic awareness as Arubans rally around Papiamento as a group identity marker and the negative effect of stimulating anti-Spanish rhetoric and nourishing a mistaken fear that Spanish will displace Papiamento.

Víctor Vázquez, graduate of the doctoral program in Caribbean Languages and Literature of the English Department of the University of Puerto Rico, Río Piedras, takes an optimistic view of the future of Papiamentu in Curaçao in his article titled “Papiamentu: A ray of hope among the creoles of the world.” Vázquez gives an overview of the life cycle of this creole to reveal how it developed during the colonial period from the confluence of Portuguese, Dutch, Spanish, and a variety of African languages and how it became the vernacular has escaped language death due to certain socio-historical factors and to many community and institutional projects which have conserved the language and enhanced its role in Curaçaoan society. He urges a closer study of the historical trajectory of Papiamentu in order to utilize it as a model for other Creoles that are struggling for definition and maintenance in a modern society.

JoAnne Ferreira, professor at the University of the West Indies at St. Augustine in Trinidad, documents a little-known branch of the French Creole of the Lesser Antilles which arrived in Paria, Venezuela from Trinidad. Her article titled “La historia y el futuro del patuá en Paria” indicates that the “patuá” has less than 100 speakers left, almost all of them elderly Spanish-speaking Venezuelans. Nevertheless, there has been a recent revival of interest on the part of descendants and researchers in preserving it as a heritage language to be taught in some schools. It would then serve a folkloric function of marking Afro-Caribbean identity much as calypso music, cricket, and certain foods already do in Venezuela. She describes in detail three large-scale encounters (in 2005, 2008, and 2009) of historians, anthropologists, linguists, cultural scholars, musicians, storytellers, native speakers and their descendants, and students of “patuá” to celebrate the language in workshops, classes, and musical performances and to obtain community input into a census and the establishment of a standard orthography. Her epilogue provides information regarding recent school policy changes that favor the teaching of the “patuá” and give hope for its future preservation.

In the ninth contribution to the volume, Peter Petrucci of Massey University in New Zealand and Katsuyuki Miyahira of the University of the Ryukyus in Okinawa, Japan tackle the topic of the maintenance of the Okinawan language in Brazil. Their article titled “Language preservation in a transnational context: One Okinawan community’s efforts to maintain Uchināguchi in São Paolo, Brazil” takes a panoramic and historical look at the situation of a language which is not mutually intelligible with Japanese, is endangered in Japan, but is still spoken in diasporic communities in Brazil, Peru, Bolivia, and Argentina, despite considerable historical prejudice toward its speakers. The article is based on textual documents and face-to-face or Skype interviews with members of the São Paolo Uchināguchi community who have established classes to assist in reviving and preserving their language variety via podcasts, CDs, and DVDs. Such heritage language preservation efforts are being scrutinized closely by language planners in Okinawa and Hawaii, since mutually beneficial projects could be developed in terms of teacher recruitment, teacher training, orthographic standardization, and materials development. New transnational identities are being created through the limited yet symbolic use of the language in rituals and in the performing arts. The authors contextualize the Okinawan efforts by comparing them to similar efforts among the Rotumans of Australia and the Garifunas of Central America.

The tenth and final article of the volume, “Mongeley kam mongelelay chi mapudungun waria mew? Vitalidad y representación social del Mapudungún en Santiago de Chile,” written by a research team headed by Cristián Lagos of the University of Chile, looks at the situation of an indigenous language once its speakers settle in an urban center. The Mapuche language is in general decline in Chile in all domains (both in terms of number of speakers and degree of fluency). However, this tendency is even more pronounced in Santiago where the Mapuche (literally “people of the land”) do not own land and are part of a heterogeneous work force that utilizes Spanish. Lagos and his team utilize qualitative and quantitative measures to create an ethnolinguistic profile of the language vitality and competence of the Mapuche along with the social representations they have constructed for their language in this new setting. They argue successfully that the Mapuche have created a new form of “being Mapuche” in the capital in which the language serves primarily symbolic functions as an identity marker. They also point out that conflicting efforts by linguists to arrive at a writing system may have been in vain, since the real problem is not writing per se, but rather lack of basic knowledge of linguistic structures and absence of legitimate social spaces in which to use the language

The ten articles we offer our readers are quite heterogeneous in their methodologies and scopes; however, they all share an overriding concern with the fate of minority languages. It is our hope that they awaken interest in this pressing matter and stimulate concrete action so that at least some of these languages receive the support they richly deserve.

Referencias

Crystal, D. (2000). Language Death. Cambridge: Cambridge University Press.

Dalby, A. (2003). Language in danger: The loss of linguistic diversity and the threat to our future. New York: Columbia University Press.

Harrison, K. D. (2007) When languages die: The extinction of the world's languages and the erosion of human knowledge. New York and London: Oxford University Press.

Hinton, L. & Hale, K. (Eds.). (2001). The green book of language revitalization in practice. San Diego: Academic Press.

Maffi, L. (2005). Linguistic, cultural, and biological diversity. Annual Review of Anthropology, 29, 599–617.

Nettle, D. & Romaine, S. (2000). Vanishing voices: The extinction of the world's languages. Oxford: Oxford University Press.

Skutnabb-Kangas, Tove. (2000). Linguistic genocide in education—Or worldwide diversity and human rights? Mahwah, New Jersey: Lawrence Erlbaum Associates, Publishers.

Wurm, S. (2001). Atlas of the world's languages in danger of disappearing. Paris: UNESCO Publishing.